Los investigadores paranormales,Ed y Lorrain Warren, de la década de 1950, con más de 4.000 estudios realizados, fueron los primeros en estudiar el caso de Amityville,
La película [El Cojuro] muestra la investigación, de los Warren, sobre el caso de la familia Perron, y su casa embrujada Rhode de Island. «El caso de Amitiyville»
La película fué rodada en el 2013, por el director -- basada en las investigaciones de los Warren, sobre la familia Perron y su casa de campo.
La película [El Cojuro] muestra la investigación, de los Warren, sobre el caso de la familia Perron, y su casa embrujada Rhode de Island. «El caso de Amitiyville»
Roger Perrón, junto a su mujer Carolyn y sus cinco hijas, Andrea, Nancy, Christine, Cindy y April, sufrieron durante diez años la tortura de unos espíritus que ocupaban su casa .
En 1970 decidirón comprar esta famosa casa, ya que disponía de 10 habitaciones y más de 80 hectáreas de terreno, donde sus hijas podrían jugar y divertirse.
Esta casa se costruyó en 1736, Desde el primer día que habitaron en ella, comprobarón que algo iba mal.
Más tarde se enterarían de que un total de ocho generaciones de familias habían vivido y muerto en la Antigua Haciendo Arnold, entre estos residentes estaba el Sr. John Arnold, quien a los 93 años se suicidó colgándose de las vidas del establos. Además, muchas otra vidas terminaron en la hacienda, incluyendo varios suicidios (ahorcamiento, envenenamiento), la violación y el asesinato impune de una niña de once años, Prudence Arnold, dos ahogamientos en el riachuelo situado en las proximidades de la construcción y cuatro hombres que, sospechosa mente, murieron ahorcados en estas tierras.
Los Warren creían que estos espíritus uee habitaban la casa eran totalmente inofensivos,y cada uno tenia un toque peculiar.
Uno olia a flores, otro daba besos a las niñas por la noche, incluso sentían como otro barría la casa, encontrándose montones de basura barrida por medio.
Además de toda estas identidades, los Perron aseguraron muchos fenómenos extraños e inexplicables.
Camas que levitaban a unos centímetros del suelo, un teléfono que flotaba por los aires y que caía bruscamente al suelo cuando alguien entraba a la habitación, además de varios objetos que planeaban por toda la casa con total autonomía.
Frecuentemente, las sillas eran retiradas dejando a los invitados desprevenidos tirados en el suelo, y no era nada raro que las fotografías cayeran de las paredes.
Alguna vez, los Perron llegaron a informar de haber visto sangre de color anaranjado que goteaba de una pared y se disolvía en la nada.
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